Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales en https://ellaxhos112149.jts-blog.com/37303233/qué-declaró-zidane-después-del-cabezazo